Se forma enorme grieta de más de 6 km en Tula, Tamaulipas
Las autoridades tamaulipecas llevarán a cabo un estudio geofísico preciso para determinar la profundidad y longitud exactas de la grieta.
Una impresionante grieta de seis kilómetros de longitud se ha formado en el municipio de Tula, Tamaulipas. Esta fisura se extiende desde el ejido Emilio Vázquez Gómez hasta el ejido San Juan. Las autoridades estatales han realizado una revisión exhaustiva para evaluar su alcance.
La grieta varía en ancho, con tramos que miden de uno a tres metros y una profundidad de uno a cuatro metros. Su aparición se atribuye a las torrenciales lluvias provocadas por la tormenta tropical Alberto, lo que ha generado preocupación entre los habitantes debido a los posibles daños a infraestructuras, cultivos y viviendas.
Para abordar esta situación, las autoridades tamaulipecas llevarán a cabo un estudio geofísico preciso para determinar la profundidad y longitud exactas de la grieta, así como las posibles afectaciones.
Además, se iniciará la construcción de un puente alcantarilla en la carretera estatal (ruta 136) que conecta Tula con la población de Montevideo. El objetivo es restablecer la circulación y prevenir accidentes mientras se realiza el estudio.
El secretario estatal de Obras Públicas, Pedro Cepeda Anaya, atribuye la formación de la grieta a escurrimientos subterráneos causados por las intensas precipitaciones.
“Acudimos a la grieta que apareció por ahí en Tula. Son escurrimientos subterráneos, ya fueron un grupo de geólogos. Se determinó que es un escurrimiento subterráneo que es cíclico. Cada equis años, después de ciertas sequías aparece, sin embargo, esta vez también hay una carretera estatal que se agrietó”, expresó
Sin embargo, algunos lugareños sugieren que la sobreexplotación de los mantos acuíferos podría ser la causa, mientras que otros creen que se debe a la sequía prolongada.
Por otra parte, el especialista Jorge Rodríguez descarta fallas geológicas, pero advierte que se debe monitorear la evolución de este fenómeno, ya que podría ocasionar graves perjuicios a viviendas, caminos, cultivos y carreteras. Los habitantes de la zona deben estar atentos y revisar que sus viviendas no sufran daños estructurales.
Por Luz María Camacho
Créditos elhorizonte.mx
