
Por reducción en presupuesto, el sector petrolero de Tamaulipas al borde del colapso
A la Refinería Madero solo le invirtieron 500 millones de dólares, cuando requiere hasta 5 mil millones para consolidar la producción
El recorte al presupuesto de Petróleos Mexicanos (Pemex) este año está afectando severamente a entidades como Tamaulipas, que requieren mayores recursos para reactivar sus actividades en el sector energético.
El especialista en energía Gonzalo Monroy explicó que la reducción del presupuesto ha impactado a la petrolera, indicando que en 2023 Pemex contaba con un presupuesto de 600 mil millones de pesos, mientras que para 2025 esta cifra se redujo a poco más de 325 mil millones de pesos.
“De no ser por la inversión privada, la actividad petrolera habría desaparecido”
“Según el Plan México, se proyectaba que Pemex tuviera un presupuesto cercano a los 300 mil millones de pesos, es decir, apenas la mitad de lo asignado en 2023”, explicó Monroy.
Esta reducción, dijo el especialista, compromete seriamente la producción petrolera en el país y los proyectos de autosuficiencia del Gobierno Federal.
“¿Cómo esperan que la empresa aumente su producción si no tiene los recursos suficientes? Lo vemos reflejado en toda la cadena productiva”, cuestionó.
Precisó que, en el caso de Tamaulipas, “la inversión en la Cuenca de Burgos prácticamente se detuvo durante todo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Apenas se otorgaron algunos contratos en Ébano y, de no ser por la inversión privada, la actividad petrolera en esa zona habría desaparecido”.
Señaló que, aunque Pemex destinó recursos a la Refinería Francisco I. Madero, la inversión fue insuficiente: “Se le asignaron menos de 500 millones de dólares, cuando realmente necesita entre cuatro mil y cino mil millones de dólares. Claramente, no fue una inversión suficiente”, afirmó.
Los pagos a proveedores siguen rezagados
En el sur del estado, al menos 40 empresas han cesado operaciones debido a los adeudos que Pemex mantiene con sus proveedores.
El Sol de Tampico informó el 2 de marzo que el vicepresidente de Infraestructura Energética de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Tamaulipas, Pedro Rodríguez Perales, dio a conocer que “se estima que, de un padrón de empresas locales que oscilaba en 120, hay 40 de ellas que ya no están”.
A respecto Monroy, también director de GMEC, abordó la problemática de los pagos a proveedores, destacando que estos llegan con retraso.
Recordó que la presidenta Claudia Sheinbaum había asegurado en diciembre que, para marzo, todos los adeudos estarían resueltos. Sin embargo, hasta ahora solo se ha cubierto menos del 15% de los pagos pendientes y no a todas las empresas.
“El factoraje que se implementó llegó demasiado tarde. Esta situación no es nueva, sino que se ha venido gestando desde hace años. Quizá el punto más crítico es que Pemex ha mantenido un discurso de que pagará más adelante, pero ha incumplido reiteradamente con sus contratistas. Esto no es un tema menor”, afirmó Monroy.
El especialista advirtió que el cierre de empresas en Tamaulipas, Veracruz, Campeche y Tabasco es una consecuencia directa de las malas prácticas de Pemex, lo que ha impactado gravemente el empleo.
“Aquí está la parte más controversial: la narrativa del gobierno es una, pero la realidad es otra. Se habla de un gran apoyo a Pemex, pero, en la práctica, el presupuesto ha sido recortado de manera progresiva, afectando a sus proveedores. Existe un claro contraste entre el discurso oficial y los hechos. No solo se necesita más dinero, sino que debe gastarse de manera eficiente”, concluyó.
Por María Macías
Foto: Teresa Macías
Créditos: oem.com.mx