Los mayas escondían un secreto en sus sacrificios y una prueba de ADN lo ha revelado

Los mayas escondían un secreto en sus sacrificios y una prueba de ADN lo ha revelado

La cultura maya ha dejado un legado significativo en nuestros días, especialmente en campos como las matemáticas, la astronomía, la arquitectura y la agricultura. Sus avanzados conocimientos astronómicos permitieron desarrollar calendarios precisos. Además, su arteliteratura y sistemas de escritura han enriquecido la comprensión moderna de las culturas precolombinas. La influencia maya sigue siendo evidente en las tradiciones y la identidad cultural de las comunidades indígenas de Mesoamérica en prácticamente todo el mundo.

Ahora, un reciente estudio llevado a cabo por un equipo internacional de científicos ha arrojado nueva luz sobre las prácticas de sacrificios rituales entre los antiguos mayas. Este equipo, compuesto por investigadores de Alemania, México y Estados Unidos, se enfocó en el análisis genómico de 64 individuos que fueron sacrificados ritualmente durante el Imperio Maya, hace más de mil años, en la ciudad de Chichén Itzá, ubicada en la península de Yucatán, México.

El descubrimiento más sorprendente fue que todos los individuos analizados eran hombres. La mayoría de ellos eran niños y adolescentes, con lazos familiares evidentes. Incluso se identificaron dos pares de gemelos idénticos, lo cual es notable en el contexto de estas prácticas antiguas.

Chichén Itzá es conocida por ser uno de los sitios arqueológicos más emblemáticos de América del Norte, y ha sido el escenario de numerosos hallazgos relacionados con prácticas de matanzas rituales. El equipo de científicos encontró estos restos en una cámara subterránea, lo que subraya la importancia ritual y ceremonial que tenía esta práctica para la civilización maya.

Los análisis genéticos revelaron que los individuos pertenecían a poblaciones mayas locales y que al menos una cuarta parte de ellos estaban estrechamente relacionados, indicando que probablemente fueron criados en el mismo hogar y comunidad. Este descubrimiento proporciona una nueva perspectiva sobre las dinámicas sociales y familiares dentro de la sociedad maya antigua.

Además de las relaciones familiares, los científicos también observaron patrones dietéticos similares entre los individuos, lo cual sugiere una conexión cultural y de estilo de vida compartido dentro de estos grupos de sacrificio ritual. Este aspecto revela la importancia de la identidad grupal y comunitaria entre los mayas.

Un aspecto fascinante del estudio fue la identificación de una selección genética positiva en genes que protegen contra la infección por Salmonella. Este hallazgo sugiere una posible adaptación evolutiva en respuesta a las epidemias y enfermedades que afectaron a la población maya durante ese tiempo, como la epidemia de cocoliztli en el siglo XVI.

Aunque la práctica de los sacrificios rituales sigue siendo un misterio en muchos aspectos, este estudio proporciona una visión más clara de quiénes eran las personas sacrificadas y cómo estaban relacionadas entre sí. Los hallazgos genéticos y arqueológicos combinados permiten a los investigadores reconstruir la vida y las costumbres de la sociedad maya, especialmente en términos de religión y ritual.

El equipo internacional de científicos que realizó este estudio incluyó investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, el Instituto Nacional de Antropología en México y la Universidad de Harvard en Estados Unidos. Su colaboración permitió un enfoque multidisciplinario que combina la arqueología, la antropología y la genética para obtener una comprensión más profunda de estos eventos rituales.

Por Luis Arana

Foto CENOTE IK IKL

Créditos ensedeciencia.com

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