Enfrenta El Valle de Texas su peor sequía en 20 años

The Brownsville Herald, especial para JRNoticias

Brownsville, Tx.- Con el Valle del Río Grande enfrentándose a la peor sequía en más de 20 años, el juez del condado de Cameron Eddie Trevino Jr. organizó una reunión de representantes de los distritos de agua y riego, proveedores de agua, funcionarios municipales de todo el condado y funcionarios estatales para tener una idea de la situación de cada uno en términos de medidas de conservación del agua.
La respuesta: En todas partes. Algunas comunidades del Valle ya han puesto en marcha planes de contingencia contra la sequía en una u otra fase, en los que se pide a los residentes que se atengan a las directrices de conservación, mientras que otras aún no lo han hecho.

Trevino dijo que también esperaba escuchar las soluciones a corto plazo que se están llevando a cabo para hacer frente a la crisis que se avecina, pero se sintió muy decepcionado al respecto.
Sin embargo, se debatieron planes a más largo plazo para hacer frente a la sequía, e incluyeron peticiones de más instalaciones de desalinización de aguas subterráneas salobres y mejoras de las anticuadas infraestructuras de riego que provocan una pérdida excesiva de agua.
Mientras tanto, según el administrador del agua del Río Grande de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas, Anthony Stambaugh, que también asistió, la parte combinada de los Estados Unidos de agua almacenada en el sistema de embalses Amistad/Falcón ha descendido a menos del 22%, es decir, unos 774.000 acres-pies de agua. 

Un acre-pie es la cantidad de agua necesaria para cubrir un acre de tierra con un pie de agua.
El plan de contingencia contra la sequía de la Junta de Servicios Públicos de Brownsville se puso en marcha al 25%, mientras que se aplicarán medidas más estrictas de la fase 3 -por primera vez en la historia de la BPUB- si el porcentaje de embalses cae al 15%.

Algunas otras comunidades del condado están siguiendo su ejemplo, aunque no todas. Valley Municipal Utility District No. 2 (Rancho Viejo) anunció el lunes que había pasado a la Etapa 3.
Irónicamente, la conservación del agua puede conducir al desperdicio de agua en algunos casos, como señaló el director general del sistema de abastecimiento de agua de Harlingen, Tim Skoglund.

Los sistemas municipales de agua están obligados a mantener un “residuo de desinfectante” en sus sistemas, aunque el desinfectante -el cloro- se degrada con el tiempo, especialmente a altas temperaturas, dijo.
En los extremos de un sistema de agua largo con muchos callejones sin salida, como el de Harlingen, se requiere un lavado cuando el desinfectante desciende a un determinado nivel, dijo Skoglund.

“En el mes de junio, Harlingen Waterworks tuvo la necesidad de purgar aproximadamente 65 millones de galones de agua con ese fin, por lo que la conservación es una estrategia contraproducente”, dijo.

“Cuanto más utilicen los clientes, menos descargas habrá que hacer”.
Esto plantea un dilema, ya que el Valle está realmente en las garras de una grave sequía y los embalses están realmente bajos y en descenso.

Por otro lado, pero relacionado con lo anterior, hay escasez de cloro.
El problema del agua desperdiciada por el lavado de las cisternas suscitó un debate sobre cómo captar esa agua y depositarla de nuevo en el sistema principal, aunque Skoglund señaló que es difícil hacerlo sin ningún tipo de transporte cercano.