De acuerdo con el folclore, el objetivo de la quema del mono es dejar atrás “las malas vibras” del periodo anual que concluye

La quema de monos de año viejo en las familias mexicanas se ha hecho una tradición y, Ciudad Madero, al sur del estado tamaulipeco no es la excepción; parte de la ciudadanía busca con esta práctica limpiar “las malas vibras” del periodo que concluye.

La familia Hernández, radicada en la colonia Ampliación Candelario Garza, es uno de ellas, entre varios integrantes compran la pirotecnia para colocarla en el mono y prenderlo antes de que llegue el 2025.

Cohetones, martillos, chifladores, entre otros son los que se adquieren previo al año nuevo, mientras que desde semanas atrás se empieza con la búsqueda de las prendas de vestir.

Un pantalón de mezclilla, una camisa manga larga, así como algún tipo de calzado, forman parte de la indumentaria que se tiene que buscar. Posteriormente se busca algún tipo de material para su relleno.

Juan Carmen, señala que ellos utilizan el papel periódico, ya que regularmente compran El Sol de Tampico, primeramente para estar bien informados y, en estas fechas, le dan este uso de rellenar el mono del año viejo.

¿Cuál es el objetivo de la quema del mono del año viejo?

“Es una tradición de nosotros, los monos representan el año viejo, y por ende, se quema a la medianoche, como una forma de recibir el nuevo año”, señaló.

Comenta que esta práctica permite alejar a todas las malas energías que se pudieron percibir durante el año viejo: “Dejamos atrás a todos los acontecimientos del pasado, permitiendo el paso a las nuevas oportunidades en este nuevo año”, señaló.

Agrega que para este año se estima que el costo de la adquisición de la pirotecnia estaría oscilando entre los mil a mil 500 pesos, el cual estaría absorviéndose entre todos los integrantes de la familia.

Relata que son pocas las ocasiones que se ha dejado de hacer esta tradición, una de ellas en la contingencia sanitaria debido a la economía que resultó afectada a causa de esta situación.

Finalmente entre todos los integrantes de la familia Hernández, días antes de realizar la quema, se le busca al mono un lugar en donde permanecerá sentado hasta que llegue la noche del 31 de diciembre, día en que se lleva a la calle y de ahí se le prenden los cohetes.

Año tras año se ha vuelto toda una tradición en las familias mexicanas la quema del mono de año viejo, en Ciudad Madero, al sur del estado tamaulipeco no es la excepción.

Por Juan Hernández

Foto: Juan Hernández

Créditos: oem.com.mx