Aún no se ha explorado el 100% de nuestro planeta, por lo que es posible seguir descubriendo nuevas especies o ecosistemas. Tal y como lo ha demostrado el reciente hallazgo de vida oculta en la Antártida. Específicamente, en el lago congelado Enigma.

Un grupo de científicos acaban de descubrir nuevos tipos de vida de una manera inesperada. Ya que, en el lago Enigma, ubicado en la Antártida, nunca se creyó encontrar vida, pues se creía que este cuerpo de agua estaba completamente congelado.

El reciente hallazgo fue publicado en la revista Communications Earth & Environment. Y la investigación corrió a cargo del Consejo Nacional de Investigación de Italia. Para lograrlo, utilizaron un método poco convencional.

Hallazgo de vida en el lago Enigma, en la Antártida

Para poder encontrar las nuevas especies en este lago congelado de la Antártida, los investigadores tomaron muestras de agua del lago. Con un sistema de perforación con cabeza de fusión térmica hecho a la medida.

Después de que las muestras hubieran sido analizadas, descubrieron que existían un total de 21 filos bacterianos y eucariotas presentes en el hielo de la capa superficial del lago. Lo que da indicios de que este lugar albergó una gran cantidad de vida antes de que se congelara. Hace aproximadamente 14 millones de años.

Por lo cual estos resultados apuntan a que el hielo superficial de este lago posee un ecosistema microbiano filogenéticamente diverso. Ya que el él se encontró a la Pseudomonadota, Actinobacteriota y Bacteroidota. Pero el hallazgo más sorprendente fue la proliferación del superfilo bacteriano Patescibacteria (grupo CPR).

Es verdad que se trata de organismos muy pequeños y simples. Mismos que han adoptado un estilo de vida simbiótico, lo que significa que se entrelazan para poder seguir sobreviviendo. Pero estos organismos dejan en claro que el lago realmente contiene vida, y un ecosistema diverso.

La sorpresa del lago Enigma, en la fría zona de la Antártida

Este lago es todo un misterio. Ya que, debido a su ubicación, este debió haberse evaporado o desaparecido desde hace mucho tiempo. A pesar de que se trate de una zona cubierta de hielo, la Antártida es realmente un desierto, pues no recibe las precipitaciones suficientes como para que un cuerpo de agua se conserve.

Por lo que se considera que este lago es alimentado por una fuente de agua que aún no está identificada. Y, en lo que respecta a la vida descubierta en la superficie del lago, sigue la intriga con respecto a la forma en la que estos microorganismos se descubrieron.

Y, a causa de esto, queda solo esperar a que los científicos continúen sus investigaciones para que se dé a conocer la verdadera razón de la existencia del lago. Así como de su fuente de alimentación, el motivo por el que no se ha secado y cómo es que se han preservado esas formas simples de vida.

Este descubrimiento nos demuestra que la Tierra aún tiene grandes misterios que debemos resolver. Y que cuando lo hacemos, nos enseña que puede haber algo más allá de lo que siempre hemos creído. O incluso, desafiar lo que se conocía acerca del tema.

Por David Josué Calderón Coss

Foto: Especial

Créditos: ensedeciencia.com