‘Efecto Mozart’: cómo esta épica obra musical puede calmar las crisis epilépticas en los humanos

‘Efecto Mozart’: cómo esta épica obra musical puede calmar las crisis epilépticas en los humanos

El catálogo de enfermedades y padecimientos que aquejan al ser humano es bastante amplio, y todas afectan de manera distinta al organismo.

Algunas son transmisibles y otras no, y como ejemplo de estas últimas podemos poner a la epilepsia, una enfermedad de tipo no transmisible que afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.

Esta enfermedad se caracteriza por convulsiones recurrentes o episodios breves de movimiento involuntario que pueden involucrar una parte o todo el cuerpo, las cuales pueden venir acompañadas de pérdida de conciencia y control de la función intestinal o vesical.

Si bien esta enfermedad no es curable, sí se puede controlar. La mayoría de las veces se administran medicamentos para controlar las convulsiones, de acuerdo con el tipo de convulsión que padezcas.

Sin embargo, es probable que no todos los tratamientos sean adecuados para los pacientes o que, en su caso, los pacientes respondan con éxito a estos.

Y ante los avances de la medicina, lo que se busca es descubrir una terapia o tratamiento que no sea invasivo para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen epilepsia.

Un estudio publicado en la revista Scientific Reports menciona que se ha encontrado una esperanza para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen epilepsia mediante una terapia inesperada: la música clásica.

Nada más y nada menos que una pieza de Mozart. Los investigadores han observado la estructura de la canción Sonata de Mozart para dos pianos, misma que fue descrita como una pieza con contrastes muy marcados.

Sonata para dos pianos en re mayor K448 es una pieza musical que produce efectos positivos en el cerebro, mejorando la cognición humana y algunas otras actividades.

Se llegaron a estos resultados realizando un estudio a 16 personas con epilepsia que no respondían al tratamiento convencional de la epilepsia.

Se les colocaron sensores de implantes cerebrales para monitorear la aparición de eventos en el cerebro relacionados con la epilepsia, que suceden entre las convulsiones.

Se descubrió que esta pieza musical es capaz de reducir la actividad epileptiforme, demostrando que por lo menos el 84% de los participantes tuvieron reducciones significativas de las descargas epileptiformes interictales.

Y aunque ya anteriormente se habían estudiado otras piezas musicales, entre ellas Para Elisa, de Beethoven y una versión para cuerdas del K448, fue Sonata y sus propiedades específicas que impulsan el “Efecto Mozart”, todavía son desconocidas.

De la música se sabe que también es capaz de reducir dolores físicos, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Frontiers.

Aquí es donde a un grupo de participantes con fibromialgia eligieron música para relajarse, y los investigadores los sometieron después a una condición auditiva de control o ruido rosa.

Después, se les pidió que se pararan y avanzaran en marcha cronometrada para medir la movilidad funcional después de cada condición auditiva, encontrándose que mejoraba la movilidad después de haber escuchado música del agrado de los participantes.

Por lo que la música es una excelente terapia para mejorar la calidad de vida de las personas, independientemente de la enfermedad que padezca.

Por David Josué Calderón Coss

Foto: Especial

Créditos: ensedeciencia.com

Loading

CATEGORIES
TAGS