En Tamaulipas hay un municipio que “honra” al protagonista de la matanza de Tlatelolco

En Tamaulipas hay un municipio que “honra” al protagonista de la matanza de Tlatelolco

Entre la ciudad de Camargo y Reynosa en Tamaulipas se encuentra el municipio que “honra” al ex presidente Gustavo Día Ordaz.

Enclavado en la zona fronteriza de Tamaulipas, justo entre Camargo y Reynosa se encuentra el municipio que lleva el nombre del protagonista de la “matanza de Tlatelolco”, el ex presidente de México Gustavo Díaz Ordaz.

El año pasado se anunció la propuesta de quitarle el nombre del ex mandatario nacional señalado por sus diversas atrocidades, entre ellas la del 2 de octubre de 1968 durante un mitin llevado a cabo por estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, ubicada en la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, en la Ciudad de México.

Esta pequeña localidad tamaulipeca tiene al norte la frontera con Sullivan CityTexas y al sur con General Bravo, Nuevo León, con una extensión de 395 kilómetros cuadrados, siendo el municipio más joven en el estado.

El municipio de Gustavo Díaz Ordaz está integrado por 48 localidades, entre las que destacan además de su cabecera principal, la Congregación Valadeces, Venecia y Villarreales. Además tienen como patrono a San Miguel Arcángel, al que conmemoran cada 26 de marzo.

Nombran a este municipio de Tamaulipas Díaz Ordaz, justo en 1968

En marzo de 1968 por decreto estatal y siendo gobernador Praxedis Balboa Gojón, el entonces poblado San Miguel de Camargo cambió su nombre a Gustavo Díaz Ordaz, en ese entonces Presidente de la República, unos meses antes de que ocurriera la “matanza de Tlatelolco” donde estudiantes fueron asesinados.

A 54 años después, la actual alcaldesa morenista Nataly García Díaz planeó cambiar la identidad del poblado sin que hasta el momento se haya establecido cual será el método para llevar a cabo esta modificación, pero que de lograrlo cambiaría San Miguel de Camargo.

La propuesta no es considerada prioridad, ya que la autoridad local indica que primero hay que mejorar las condiciones de una ciudad con marcado abandono.

Alcaldesa dice que el municipio no debe tener el nombre de un asesino

Para cambiar el nombre al municipio más joven de Tamaulipas se había planeado hacer una consulta ciudadanía mediante la cual la población decidiera un nombre óptimo, posteriormente llevar la propuesta al Congreso de Tamaulipas para que se avalara la propuesta.

Los primeros días recién publicada la propuesta a través de las redes sociales, los ciudadanos de dicho municipio y otros puntos de la entidad han manifestado que es necesario el cambio de nombre, pero hasta la fecha es un proceso que ha quedado en suspenso, pues no se sabe con exactitud si se hará o no, propuesta que ha llamando la atención a nivel nacional.

El diputado local Félix Fernando García Aguiar, consideró que, además de los ajustes de títulos de propiedad, identificaciones y otros documentos personales de los pobladores, tal reforma puede resultar más perjudicial, que benéfica.

Al recordar que nadie olvida la masacre ejecutada contra estudiantes aquel 2 de octubre de 1968 cuando a las 18:20 horas cuando unas luces de bengalas verdes aparecieron en la Plaza de las Tres Culturas para de inmediato desatarse una balacera que ensangrentó al país y las Olimpiadas México 68.

Los soldados desembocan de todas las calles. Son más de cinco mil con 300 tanques. Y matan. La mayor parte de los estudiantes, ayudan a la mujeres a escapar, las protegen. Ha caído la noche y una lluvia torrencial nos inunda. Los tanques se aproximan“, relató Claude Kiejmann en su artículo publicado en Le Monde, de París.

Mientras que la periodista internacional Oriana Fallaci, quien como sus demás compañeros estaba en México para cubrir los juegos olímpicos resultó herida y escribió que las bengalas le recordaron la guerra en Vietnam.

No sé que clase de calma podía recomendarse en aquel momento, cuando habían comenzado a caer los primeros muertos“, publicó en L’ EUROPEO de Milán, Italia.

La revista Time de Nueva York se sumó al relato de la muerte de civiles en Tlatelolco. “Una mujer de 60 años recibió un bayonetazo en la espalda; un niño de 13 años murió a consecuencias de una herida de bayoneta en la cabeza” publicó la revista el 11 de octubre de 1968.

En la historia local se establece que fueron los mismos ciudadanos quienes quisieron modificar el nombre y ponerle el del entonces presidente como muestra de agradecimiento.

La realidad es que la iniciativa fue del entonces gobernador, Praxedis Balboa, quien era amigo del secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez, muy cercano al ejecutivo nacional. En marzo de 1968 se logró la venia desde presidencia de la república.

A medida que transcurrieron los años se supieron más detalles de aquel acto fatídico cometido por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, lo que se convirtió en una vergüenza para este poblado llevar su nombre.

Por Jaime Jiménez

Foto: Jaime Jiménez

Créditos: elsoldetampico.com.mx

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