El genio mexicano que dejó huella en la historia de la astronomía
Hoy nos complace presentar un relato sobre un prodigio poco conocido: adentrémonos en la historia de cómo un astuto astrónomo mexicano calculó la órbita de uno de los cometas más importantes de todos los tiempos.
La astronomía ha cautivado a numerosos individuos que, de manera constante, dirigen su mirada hacia el firmamento en un intento por comprender las leyes y fenómenos cósmicos. A lo largo de la historia, han existido destacados genios y apasionados de esta disciplina. Por ende, deseamos compartir hoy un dato que quizás no sea de conocimiento general: un genio mexicano logró calcular la órbita de un cometa, superando sus propias capacidades y brindando así una de las contribuciones más trascendentales al ámbito de las matemáticas y la astronomía.
En México, han destacado mentes brillantes, tanto hombres como mujeres, cuyo legado perdura en la historia de nuestro país. Entre ellos se encuentra un matemático mexicano que, a pesar de la relativa falta de conocimiento general sobre su vida, ha dejado una huella significativa en la historia: Mauro Graciano Riscalde Gamboa, nacido en Yucatán el 21 de noviembre de 1873.
Con una destacada trayectoria, Graciano Gamboa recibió varios reconocimientos, siendo notable su cálculo preciso de la órbita parabólica del cometa Halley en 1910. Asimismo, realizó precisiones en la predicción de eclipses solares y se dedicó a estudios relevantes. Además, redescubrió un método para resolver ecuaciones de quinto grado mediante el uso de funciones elípticas.
Indudablemente, un genio del que pocos tienen conocimiento, dejando un legado revolucionario en nuestro país. Conocido como «El Chano», fue un pionero en el campo de las matemáticas. Comenzó a adentrarse en esta disciplina a los 15 años y más tarde se destacó como escritor y profesor de matemáticas y filosofía, contando con el respaldo del instituto literario.
Progresivamente, fue desarrollando su perspicacia y desafiando a otros intelectuales al demostrar su mente brillante. Una de sus obras más sobresalientes fue el libro «Anales de la Academia de Ciencias», publicado en 1901. En esta obra, presentó una metodología efectiva, sencilla y accesible para la resolución de ecuaciones de quinto grado, haciendo uso de las funciones elípticas.
Sin lugar a duda, el evento que lo catapultaría a la historia fue su predicción del cometa Halley, que se hizo visible entre 1909 y 1910. Este fenómeno astronómico, poco común, tuvo un impacto significativo en la sociedad mexicana. Sin embargo, esta predicción abrió las puertas para que la población iniciara su aprendizaje sobre los cometas y otros fenómenos astronómicos. Un año después, publicaría un folleto detallando todas sus observaciones acerca del cometa y su órbita, presentando algo nunca visto. Incluso pintó a mano el cometa que avistaba el 14 de abril de 1910 con un pequeño telescopio.
Por Jacquelin GaDi
Créditos: ensedeciencia.com