Algo está pasando en el continente africano y mantiene en alerta a los científicos
El estudio de nuestro planeta nunca deja de sorprendernos y, a veces, también de preocuparnos. Recientemente, los científicos han descubierto una nueva fractura geológica en África que si bien, ha llamado la atención de científicos en todo el mundo, también es exactamente esa la que nos preocupa. La grieta del Valle de Rift, como se le llama, es un fenómeno natural que está comenzando a dividir el continente africano y podría tener consecuencias enormes en el futuro.
En 2023, un estudio publicado en la revista Journal of Geophysical Research reveló la existencia de esta fractura geológica. La grieta del Valle del Rift se extiende desde el Mar Rojo hasta Mozambique, con una longitud impresionante de aproximadamente 6,400 kilómetros y una anchura que varía entre 48 y 64 kilómetros. Este hallazgo ha generado una mezcla asombro pero también de preocupación entre los científicos, ya que representa un proceso natural que no puede ser controlado ni detenido por la intervención humana.
¿Cómo se formó la grieta de Rift?
La grieta de Rift se formó debido a un proceso geológico complejo y fascinante. Se ha producido debido a una expulsión masiva de roca sobrecalentada desde el centro mismo de la Tierra, un fenómeno que ocurre en diversas regiones del planeta. A medida que esta roca caliente asciende, provoca una separación gradual de la corteza terrestre, creando una grieta que se ensancha con el tiempo.
Las posibles consecuencias
Las implicaciones de la grieta de Rift son asombrosas y potencialmente transformadoras. Los científicos anticipan que, con el tiempo, esta fractura podría resultar en la creación de un nuevo continente. Este nuevo continente se uniría eventualmente a Europa, cambiando radicalmente la configuración geográfica actual.
Además, el movimiento de las placas tectónicas hacia el norte podría llevar a la desaparición del Mar Mediterráneo tal como lo conocemos hoy en día. En lugar de un vasto cuerpo de agua, podríamos ver la formación de varios lagos salados en su lugar. Este cambio tendría un impacto significativo no solo en la geografía, imagínate tenerlos también en todos los ecosistemas y en la vida humana en las regiones afectadas.
Un proceso muy lento
A pesar de lo dramático que suenan estos cambios, es importante destacar que la grieta de Rift se está expandiendo a un ritmo muy lento, de aproximadamente 6 a 7 centímetros por año. Esto significa que las transformaciones más significativas podrían tardar millones de años en materializarse. Según las estimaciones de los geólogos, podríamos estar hablando de un periodo de unos 20 millones de años antes de que veamos un nuevo continente emergiendo y la posible desaparición del Mar Mediterráneo.
Lo que hace que este fenómeno sea aún más interesante y a la vez inquietante es la inexorable fuerza de la naturaleza. A diferencia de otros problemas ambientales que enfrentamos, como el cambio climático o la contaminación, la formación y expansión de la grieta de Rift es un proceso natural que está completamente fuera de nuestro control. No hay manera de detenerlo ni de mitigar sus efectos.
Por Luis Arana
Créditos: ensedeciencia.com