Una tercera persona se declara culpable en el caso Cuéllar
AP, especial para JRNoticias.net
AUSTIN, Tx.- Investigadores federales aseguraron una declaración de culpabilidad de una tercera persona como parte de una pesquisa en torno al representante federal por Texas Henry Cuellar por cargos de que aceptó sobornos por casi 600.000 dólares de parte de una compañía energética controlada por Azerbaiyán y de un banco mexicano.
Irada Akhoundova, de 67 años, se declaró culpable el 1 de mayo ante un tribunal federal de Houston de haber actuado como agente para Azerbaiyán sin antes haberse registrado ante las autoridades federales. Los detalles de su declaración de culpabilidad fueron desprecintados el 9 de mayo.
Las autoridades federales han acusado a Cuellar, de 68 años, y a su esposa Imelda Cuellar, de 67, de aceptar el dinero entre 2014 y 2021 a cambio de que el legislador promoviera los intereses de la antigua república soviética y del banco mexicano en Estados Unidos. Cuellar asegura que son inocentes.
Uno de los principales colaboradores de Cuellar, Colin Strother, y una asesora política y empresarial de Texas, Florencia Roden, concretaron acuerdos de culpabilidad en marzo pasado por cargos graves de lavado de dinero en relación con el banco mexicano.
Según los registros de la corte, el acuerdo de culpabilidad de Akhoundova es parte de la misma investigación, y a diferencia de los otros dos, establece que “coopera plenamente con Estados Unidos”. Los supuestos sobornos para promover intereses azerbaiyanos superaron los 300.000 dólares.
“Siempre que Akhoundova diga la verdad, no tenemos nada de qué preocuparnos”, dijo el abogado de Cuellar, Chris Flood. “El congresista Cuellar nunca accedió actuar como agente extranjero y siempre ha votado con la consciencia y tomando en cuenta lo más conveniente para sus representados, al igual que muchos de sus colegas”.
El acuerdo de culpabilidad de Akhoundova la describe como “una miembro en activo de la comunidad azerbaiyana-estadounidense de Texas”. Añade que trabajó entre 2014 y 2017 como directora de una filial en Texas de una compañía energética azerbaiyana, en donde remitió recibos falsos por consultorías y ayudó a facilitar pagos que consideró “convenían” a la compañía petrolera y al gobierno de Azerbaiyán.