¿Te duele la cabeza después de que ocurre un eclipse? Esta es la explicación a este padecimiento
El tan esperado Gran Eclipse de América ya está a unas cuantas horas de iniciar, por lo que muchas personas y científicos de todo el mundo están emocionados y esperando con ansias a que pasen rápido los minutos que faltan para que dé inicio uno de los fenómenos astronómicos más esperados de la última década: el eclipse solar total que oscurecerá gran parte del norte de América.
Pero, así como hay personas que se encuentran entusiasmadas con el eclipse, hay otras a las que no les agrada tanto la idea de que ocurran estos fenómenos debido a que son muchos los mitos y creencias que rodean este bello suceso. Muchas culturas de la antigüedad tenían diferentes creencias acerca de los orígenes de los eclipses, aunque casi todas ellas estaban relacionadas con malos presagios y era necesario actuar para que no ocurrieran desgracias.
Por ejemplo, en Grecia se creía que cuando sucedía un eclipse, era una prueba de que los dioses estaban furiosos con la humanidad por sus malos actos; en China, se pensaba que un dragón estaba devorando el Sol y para ahuyentarlo, llevaban a cabo rituales con sonidos estruendosos. Y en la cultura vikinga, era un presagio de que el lobo Skoll le quitaba al Sol su posición en el cielo y por ello se oscurecía.
Como te comentamos, acerca de los eclipses hay varios mitos que hasta la actualidad han persistido. Ejemplo de ello es que hay muchas personas que creen que si preparan comida durante un eclipse, esta se puede envenenar. Esto es totalmente falso, así como la idea de que una mujer embarazada no debe ver el eclipse, ya que, de hacerlo, su bebé podría sufrir malformaciones e incluso provocar la interrupción del embarazo. Ambas creencias no tienen fundamento científico, pero ante creencias, la última palabra la tienes tú.
Sin embargo, hay otra cuestión que muchas personas presentan cuando suceden estos fenómenos astronómicos y es que a algunas personas les tiende a doler la cabeza cada vez que ocurre un eclipse. Y aunque todavía no hay pruebas científicas que afirmen o desmientan esto, lo cierto es que cuando suceden estos fenómenos se mueven una cantidad de energía enorme, que puede afectar a las personas psicológicamente, ya sea de manera positiva o negativa.
Cuando ocurre un eclipse, muchas personas reportan sentir ciertos malestares, como el dolor de cabeza, sensibilidad extrema y cambios de humor repentinos, lo que hace que lo relacionen a este suceso astronómico. Puede ser un tanto cierto, ya que cuando se realizan estos movimientos, la energía que se mueve es inmensa, lo que llega a afectar a personas que son más receptivas y provocarles dolores de cabeza o hasta mareos.
Por David Josué Calderón Coss
Foto Pixabay
Créditos ensedeciencia.com